La calibración es el proceso de comparar los valores obtenidos por un instrumento de medición con la medida correspondiente de un patrón de referencia (o estándar).
Según la Oficina Internacional de Pesas y Medidas, la calibración es «una operación que, bajo condiciones específicas, establece en una primera etapa una relación entre los valores y las incertidumbres de medida provistas por estándares e indicaciones correspondientes con las incertidumbres de medida asociadas y, en un segundo paso, usa esta información para establecer una relación para obtener un resultado de la medida a partir de una indicación».
Según el VIM (Vocabulario Internacional de Metrología), la calibración es: “el conjunto de operaciones que establecen, bajo condiciones especificadas, la relación entre los valores de magnitudes indicados por un instrumento o sistema de medición, o valores representados por una medida materializada o un material de referencia y los correspondientes valores aportados por patrones”. En otras palabras, el concepto de Calibración, se aplica única y exclusivamente a instrumentos de medida (de cualquier tipo de magnitud cuantificable: tensión, tiempo, resistencia, frecuencia, etc…), al compararlos con valores de un patrón previamente establecido.
La calibración significa utilizar un estándar de medición, para determinar la relación entre el valor mostrado por el instrumento de medición y el valor verdadero. La confiabilidad de un instrumento de medición se puede garantizar al calibrarlo de acuerdo con un estándar de medición
La calibración, por lo tanto, puede radicar en la comparación de los valores que se obtienen utilizando un instrumento de medición con la medida que corresponde a un patrón de referencia. De este modo, la calibración de un instrumento se realiza apelando a otro de mayor precisión que ofrezca valores que puedan verificarse.
Al comparar lo que indica el instrumento que se somete a la calibración con el valor del patrón de referencia, se puede saber qué tan preciso es el artefacto en cuestión. A mayor frecuencia de calibración, mayor exactitud de las mediciones, ya que este proceso permite desarrollar los ajustes que hagan falta.

¿Qué es la calibración?
El término calibración se refiere a la comparación de los valores que se obtienen mediante un instrumento de medición de acuerdo a un estándar preestablecido. La calibración de un instrumento requiere tener un patrón, es decir, otro instrumento de mayor precisión.
De esta manera el valor proporcionado será verificable, y se comparará con el valor indicado en el instrumento que se está calibrando. En la calibración existe un patrón principal o primario conocido como “trazabilidad”. Para calibrar un instrumento se hace una serie de comparaciones hasta llegar a este primer patrón.
¿Para qué sirve la calibración?
La calibración de equipos de medición tiene como objetivo principal monitorear el buen funcionamiento de los equipos y responder a las normas de calidad preestablecidas. Estas normas buscan garantizar la fiabilidad de los equipos para reducir cada vez más el margen de error.
Además, la calibración de equipos de medición nos permite saber si existen errores en el instrumento que debamos corregir para evitar complicaciones futuras.
De no calibrar nuestros instrumentos, estamos expuestos a que las medidas que nos indique sean erróneas. También, mediante la calibración podemos determinar la desviación que existe entre el “valor indicado” y el “valor verdadero”. Estos valores están establecidos por patrones nacionales e internacionales. Así es como podemos conocer el nivel de incertidumbre de nuestros instrumentos.